Descubre cómo evoluciona tu microbiota con Noodor
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Tu piel cambia. Tu microbiota también. Noodor evoluciona contigo.
Vivimos en constante cambio. Nuestra piel no es la misma en invierno que en verano, ni responde igual cuando estamos tranquilos que bajo estrés.
Cada uno de esos factores también influye en algo invisible pero esencial: nuestra microbiota cutánea, el conjunto de bacterias, hongos y microorganismos que habitan la superficie de la piel y que, lejos de ser dañinos, nos protegen y nos ayudan a mantener el equilibrio.
La piel humana alberga más de 1.000 especies de bacterias diferentes. Este ecosistema microscópico forma un delicado equilibrio que actúa como barrera natural frente a irritaciones, patógenos o malos olores.
Y, como nosotros, la microbiota evoluciona constantemente.

Tu microbiota: un ecosistema vivo y cambiante
Aunque solemos pensar en la piel como una barrera inamovible, la realidad es que nuestra microbiota está en continuo movimiento.
Cada día, miles de microorganismos nacen, mueren o se adaptan a nuevas condiciones: cambios de temperatura, humedad, pH, alimentación o productos cosméticos.
La composición bacteriana de tus axilas, por ejemplo, puede variar hasta un 40 % entre estaciones del año.
En ambientes cálidos y húmedos, proliferan especies como Corynebacterium, mientras que en climas fríos y secos, Staphylococcus epidermidis o Cutibacterium ganan terreno.
Tu microbiota es única, como una huella digital.
Y lo más importante: no es estática.
Responde a tu estilo de vida, edad, hormonas, emociones y entorno.

Cuando el equilibrio se rompe: la disbiosis
Este ecosistema funciona como una orquesta: cada especie tiene su papel.
Pero cuando una de ellas crece más de lo necesario o desaparece, la armonía se rompe. A ese fenómeno lo llamamos disbiosis.
En la piel, la disbiosis puede provocar:
- Aumento del mal olor corporal.
- Piel más sensible o con tendencia a irritarse.
- Sequedad o descamación.
- Mayor riesgo de infecciones cutáneas menores.
Las causas son múltiples: uso excesivo de jabones antibacterianos, cosméticos con alcohol o aluminio, estrés, dieta pobre en nutrientes o cambios hormonales.
Incluso el simple hecho de lavarse en exceso puede alterar este equilibrio, eliminando bacterias beneficiosas que regulan el olor y la humedad natural de la piel.

La microbiota de la piel a lo largo de la vida
Tu microbiota cambia contigo.
En la infancia, la piel es más neutra y colonizada por bacterias ambientales; el sistema inmunitario aprende a distinguir entre bacterias amigas y extrañas.
En la adolescencia, el aumento de grasa por las hormonas hace que Cutibacterium acnes y Corynebacterium sean más abundantes.
En la edad adulta, la microbiota se estabiliza y alcanza su máxima diversidad.
Con la edad, la piel se seca, el pH se vuelve más alcalino y la diversidad bacteriana disminuye, lo que puede hacerla más sensible o predispuesta a irritaciones.
Estos cambios son naturales. Lo importante es acompañarlos con productos que respeten esa evolución y ayuden a mantener la piel equilibrada y protegida.

Cómo Noodor acompaña la evolución de tu microbiota
NOODOR no es un simple desodorante. Es un antiodorante natural que respeta la vida microscópica de tu piel.
Mientras otros productos buscan eliminar bacterias o bloquear la transpiración, Noodor actúa de forma inteligente:
- Modula la microbiota, reduciendo solo las bacterias que generan mal olor (como Corynebacterium) sin alterar las especies beneficiosas.
- Respeta el equilibrio natural, gracias a ingredientes como óxido de zinc, microplata y aceites vegetales.
- Permite que la piel respire, sin bloquear los poros ni interferir en la sudoración.
- Refuerza la barrera cutánea, calmando y equilibrando la flora bacteriana día tras día.
Usarlo de manera continúa no solo evita el mal olor, sino que ayuda a la microbiota a fortalecerse con el tiempo, adaptándose mejor a los cambios de tu piel y de tu entorno.

La ciencia detrás del equilibrio
Estudios recientes han demostrado que las bacterias “buenas” del ecosistema cutáneo ayudan a:
- Mantener un pH ácido que impide el crecimiento de patógenos.
- Regular el sistema inmunitario de la piel.
- Producir compuestos antimicrobianos naturales que previenen irritaciones.
- Neutralizar las moléculas responsables del mal olor.
Cuando el equilibrio se mantiene, la piel no solo huele bien, sino que se siente sana y resistente.
Y ese equilibrio es precisamente lo que fomenta Noodor: una piel que huele bien porque está en armonía, no porque se oculta con perfumes.

Evolución, ciencia y respeto: el camino hacia una piel sana
Cada vez más estudios confirman que cuidar la microbiota cutánea es tan importante como cuidar la intestinal.
Nuestra piel es un ecosistema vivo que responde con precisión a cada cambio, y lo que aplicamos sobre ella puede protegerla o alterarla.
Por eso, en lugar de eliminar bacterias, Noodor enseña a convivir con ellas: regula, equilibra y protege.
A largo plazo, esa convivencia fortalece la piel y reduce el riesgo de irritación o mal olor persistente.
Tu microbiota no es un enemigo a eliminar, sino una aliada a cuidar.
Y cada vez que aplicas Noodor, contribuyes a que ese universo invisible evolucione contigo, en armonía con tu cuerpo y tu ritmo natural.
